Creencias limitantes

Interpretamos la realidad y el contexto que nos rodea a través de las creencias que hemos ido adquiriendo a lo largo de nuestra vida. En ocasiones las tratamos como verdades universales y esperamos que los demás se comporten de acuerdo a ellas, por lo que pueden llegar a convertirse en nuestro mayor enemigo a la hora de relacionarnos.

Estas son algunas de las creencias limitantes más frecuentes:

1. Tenemos que agradar a todo el mundo. Es absolutamente normal tener tantos adeptos como oponentes, y aceptarlo nos permitirá vivir sin esa tremenda presión. 

2. No podemos cometer errores. La posibilidad de equivocarnos va unida a la condición humana en sí misma y por tanto deberíamos ver los fallos como experiencias que nos permiten mejorar día a día.

3. Exigir a los demás los mismos niveles de actividad e intensidad que nos exigimos a nosotros mismos. Si no respetamos sus ritmos, tiempos y prioridades podemos llegar a bloquearles.

4. Mostrarnos amables y cercanos puede poner en riesgo nuestra autoridad. Todo lo contrario, hay un proverbio chino que dice que "ser amable es ser invencible".

Somos protagonistas de nuestro futuro y debemos utilizar nuestras energías en liderarlo como queramos, no en culpabilizar a los demás y a las circunstancias de todo lo que nos pasa. Creernos capaces de cualquier cosa y decírnoslo a nosotros mismos es una buena forma de empezar. Si somos capaces de cambiar, el mundo cambiará con nosotros.