26 de febrero de 2016

Sé tú el cambio

Live your Legend http://liveyourlegend.net/ es una comunidad online que tiene como objetivo principal motivar a las personas a dedicarse a aquello que realmente les apasiona y les gusta. Tiene una filosofía muy interesante, de la que quiero compartir aquí algunos aspectos:
  • El entorno que nos rodea es determinante, las personas que tenemos cerca pueden motivarnos o desmotivarnos, por lo que es fundamental que elijamos bien y, en la medida de lo posible, evitemos a quienes no nos ayuden a mejorar, tanto en nuestra vida personal como en la profesional.
  • Invirtamos tiempo y energía en conocernos a nosotros mismos, ya que si no sabemos qué es lo que estamos buscando difícilmente podremos conseguirlo. Conocer nuestras fortalezas y nuestros puntos débiles, identificar nuestros valores, lo que nos hace felices y también las cosas que nos asustan es esencial para vivir de forma congruente con lo que realmente somos. 
  • La única forma de fracaso es no intentar hacer algo. Cualquier paso que demos para enfrentarnos a aquello que veíamos imposible es una victoria y mejorará la confianza en nosotros mismos.
  • Todos somos expertos en algo y aprendices en otras cosas, por lo que es positivo que ofrezcamos nuestra ayuda en aquello que podamos aportar valor y aprendamos a pedírsela a otros cuando la necesitemos.
  • No dar nada por sentado, asumir que siempre puede haber más formas de hacer las cosas. 
  • Dejar de compararnos con los demás.
  • Nuestra vida es un experimento diario con las personas, los trabajos, las experiencias y los proyectos que llevamos a cabo. Sin experimentación no hay aprendizaje y sin aprendizaje no hay nada.
  • Somos capaces de mucho más de lo que pensamos. La mayoría de las cosas que creemos que son imposibles realmente no lo son, solo tenemos que intentarlas. Cuando empezamos a hacer aquello para lo que creíamos ser incapaces, desarrollamos una nueva y poderosa confianza en nosotros mismos y en nuestra capacidad de conseguir lo que anhelamos. La mejor forma de hacerlo es rodeándonos de gente que ya lo ha logrado, ellos nos motivarán para darnos cuenta de que no es imposible.
  • Aprender haciendo. Si no nos movemos no aprenderemos nunca. 
Scott Dinsmore, fundador de Live your Legend, murió a los 33 años golpeado por unas rocas que cayeron sobre él mientras escalaba el Monte Kilimanjaro. Él mismo resumía la filosofía de Live your Legend citando a Mahatma Gandhi: "Sé tú el cambio que quieres ver en el mundo".



22 de febrero de 2016

Mejorar nuestra autoestima

A lo largo de nuestra vida hemos ido desarrollando una serie de creencias acerca de quienes somos y del lugar que ocupamos en el mundo. Esto es lo que conforma nuestra autoevaluación, cómo nos vemos. La autoestima es el valor que nos atribuimos y el respeto que sentimos por nosotros mismos. 

El rechazo cotidiano en la infancia puede habernos llevado a creer que somos inferiores al resto. El miedo a no estar a la altura puede producirse si en el pasado no tuvimos muchas experiencias de éxito o simplemente no fueron reconocidas por nuestros padres o educadores.

En la edad adulta, existen formas de mejorar nuestra autoestima a través de pequeños gestos que podemos incluir en nuestro día a día sin demasiado esfuerzo:
  1. Aumentar el número de cosas positivas que nos digamos a nosotros mismos. Centrémonos en los éxitos pequeños, en las buenas experiencias que tengamos y compartámoslo con los demás.
  2. Disminuir el número de pensamientos negativos. Las creencias negativas disminuyen nuestra capacidad para actuar y enfrentarnos a los retos que se nos presentan en la vida.
  3. Agradezcamos los reconocimientos que recibamos con un simple "gracias", no hay que justificar nada.
  4. Desarrollar una visión más realista del mundo y de las personas.
  5. Reconocer que somos seres únicos e irrepetibles.
  6. Aceptar que no somos responsables de las reacciones emocionales de los demás, solo de las nuestras.
  7. Aprender a reírnos de nosotros mismos y a relativizar los errores que cometamos, teniendo en cuenta que siempre nos sirven para aprender.
  8. Dejar de compararnos con los demás.
  9. Ser menos autocríticos.
  10. Cuidar nuestra postura corporal, manteniendo la espalda recta y los hombros hacia atrás. Modificando la postura del cuerpo experimentaremos también un cambio de actitud en nuestra mente.
  11. Limitar el número de compromisos que adquirimos y ser asertivos. Un buen NO hace más valioso un futuro SÍ.
  12. Utilizar la imaginación positiva, recordando experiencias agradables y los éxitos conseguidos.
  13. Ser compasivos con nosotros mismos. Ser capaz de perdonarnos por los errores que cometamos y premiarnos por nuestros logros.
  14. Aceptarnos y querernos tal y como somos, con todas nuestras virtudes y defectos.
Mantener una buena autoestima es esencial para nuestra supervivencia psicológica y para ello debemos prestar atención a las cosas que suelen tener un efecto negativo en ella: las reglas y deberes inflexibles, el perfeccionismo, la vulnerabilidad a la crítica y la falta de afirmación.



9 de febrero de 2016

La toma de decisiones

En el proceso de tomar una decisión siempre deberían darse tres etapas fundamentales:

- Una primera fase de consideración, donde se analiza la situación o el problema y se determinan los factores clave, qué queremos o qué necesitamos.

- Una intermedia en la que se establecen las ventajas de tomar esa decisión, en qué nos beneficiará, cuáles son los riesgos asociados a ella y si nos compensa asumirlos.

- La última fase es la resolución, en la que se deciden las medidas y acciones que llevaremos a cabo.

Cuando nos cueste trabajo decidir algo puede ayudarnos bastante ver en qué fase estamos y comprobar que no nos hemos saltado ninguna. Cualquier buena decisión requiere de las tres etapas en ese mismo orden.

Por otro lado, hay tres aspectos que dificultan enormemente la toma de decisiones y que conviene tener en cuenta:
  1. En muchas ocasiones nos quedamos "atascados" en una de las fases sin pasar a la siguiente, esto ocurre frecuentemente cuando pretendemos tomar la decisión perfecta y pasamos demasiado tiempo analizando una situación y todas sus variables para reducir los riesgos al máximo. Aunque un análisis completo y detallado nos ahorrará muchos quebraderos de cabeza, no debemos cometer el error de quedarnos barajando hipótesis más tiempo del necesario. Pensemos que la decisión perfecta no existe, solo podremos tomar la decisión más adecuada conforme a la información que tenemos en ese momento.
  2. Otra razón por la cual la toma de decisiones suele complicarse es la falta de coherencia entre lo que decidimos hacer y el análisis previo que hicimos de la situación. Podemos darnos cuenta de estar ante una situación que no nos conviene o que no nos ofrece garantías y aun así seguir para adelante. En ese caso debemos ser conscientes de que el riesgo que asumimos es mucho mayor, ya que nuestro yo interior nos está avisando de que no es una decisión acertada, otra cosa es que no queramos prestarle atención por temor al qué dirán o a dejar pasar lo que consideramos una buena oportunidad. Admitir que algo no está funcionando o que nos hemos equivocado y actuar en consecuencia es también una decisión. Rectificar es de sabios.
  3. El último motivo y no menos común es la falta de acción. Analizamos una situación y determinamos qué es mejor para nosotros, pero a la hora de la verdad nos asusta ponerlo en práctica y nos quedamos igual que estábamos, dando vueltas una y otra vez al mismo problema.
El hecho de habernos equivocado en algunas ocasiones no significa que seamos malos decidiendo. Tomar decisiones de una forma coherente y razonada es algo que se aprende y que hay que ejercitar con la práctica. Debemos salir de nuestra zona de confort y enfrentar nuestros miedos al rechazo, a la crítica y a la decepción. Apostar por nosotros mismos y por lo que queremos conseguir en la vida y ser responsables de nuestras decisiones, tanto de las acertadas como de las que no lo son tanto, que sin duda también nos aportarán un valioso aprendizaje.