11 de noviembre de 2015

Decidir desde el amor y no desde el miedo

Aunque pueda parecer que a la hora de decidir algo hay muchas opciones posibles, realmente podemos clasificarlas todas en dos grandes grupos: las decisiones que tomamos desde el amor y las que realizamos desde el miedo. 

Actuamos desde el miedo si comemos de una determinada manera por temor a engordar, si hacemos ejercicio con la única finalidad de ser aceptados por nuestro físico, si salimos con personas que sabemos que no nos quieren como merecemos, pero que nos hacen sentir más valiosos que si estamos solos. Podemos permanecer en trabajos que no están alineados con nuestros valores y que no nos permiten desarrollarnos como profesionales ni como personas, por temor a quedarnos sin dinero. El miedo al rechazo nos puede llevar a ser extremadamente complacientes con los demás, dejando nuestras necesidades a un lado, o a permanecer en relaciones tóxicas que sabemos que no son buenas para nosotros.

Cuando empezamos a actuar desde una posición de amor en lugar de hacerlo desde el miedo, estamos siguiendo el camino que hemos elegido a partir de las decisiones que tomamos en nuestro día a día. Esto no quiere decir que no tengamos que pasar por momentos de tristeza, rabia o frustración, pero sabremos diferenciar lo que es realmente importante y tendremos la seguridad de haber hecho lo correcto, y aunque en el corto plazo suponga pasarlo mal, sabremos que esa decisión nos conducirá a lo que verdaderamente queremos en nuestras vidas.

Una vez que tomamos conciencia de esto, podemos empezar a hacer absolutamente todo desde una posición de amor: haremos deporte porque nos hace sentir bien, comeremos sano porque nos gusta cuidar nuestro cuerpo, nos rodearemos de las personas que nos tratan con respeto y con cariño, tendremos relaciones de pareja sanas, ya que no necesitamos estar con nadie para sentirnos completos, haremos los trabajos que verdaderamente nos gustan y nos permitan dar lo mejor de nosotros mismos y seguir creciendo, empezaremos a decir NO a los demás para dejar espacio a un SÍ a nosotros mismos... En definitiva, nuestra vida cambiará drásticamente si aprendemos a tomar las decisiones de nuestro día a día desde el amor y no desde el miedo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Muchas gracias por participar en este blog